viernes, 16 de junio de 2017

El Síndrome de Doña Florinda

Me asombra cuantas cosas nos unen no solo a los latinoamericanos, sino a todos los integrantes de la clase trabajadora en todo el mundo. Aunque tengamos orígenes raciales muy diferentes todos tenemos aspiraciones parecidas, opiniones sobre los demás basadas en prejuicios e ignorancia similares, y sobre todo, nos creemos algo absolutamente diferente a lo que en realidad somos. Es evidente que la globalización ha traído consigo un cambio de mente hacia lo demente, guionado por el poder real, oculto de la vista el hombre común, que solamente ve lo que se le muestra a través de los medios. El libro que es objeto de esta entrada en el blog analiza este problema que nos separa. En todos lados hay grieta. Es el negocio de los ricos. Les alcanzo tres notas sobre este tema. 
Primero la visión del autor, expresada por el mismo, y luego dos notas breves más sobre "El Síndrome de Doña Florinda".


REALPOLITIK 30 de octubre de 2015
Por NOELIA MARONE
El escritor de “El síndrome Doña Florinda”, Rafael Ton, visitó la redacción del GRUPO REALPOLITIK para hablar sobre su libro, en el cual retrata las semejanzas entre la clase media de la sociedad argentina moderna y la reconocida vecindad creada por Roberto Gómez Bolaños. Todo esto, haciendo una lectura de las redes sociales. “El cachetazo de Doña Florinda a Don Ramón, uno lo ve en las redes sociales permanentemente, es denigrar al otro”, manifestó.
A continuación, la entrevista completa.
RP.- ¿Qué es el síndrome Doña Florinda?
La obra de Roberto Gómez Bolaños es universal, y en esa pequeña vecindad hizo el mundo, al menos el occidental -que es el nuestro-. Ahí tenés todo: el SeñorBarriga es el símbolo del capitalismo; el Chavo es el chico de la calle; Don Ramón es el que tiene su casita; y está Doña Florinda, que es más rápida para juzgar a los otros. A ella le molesta más Don Ramón que el Chavo, porque él se niego a vivir en un barril, y no tiene casa. Y en cambio Don Ramón tiene, y ella se enoja porque él no paga la renta y ella sí.
Eso es común, mirar al otro. Y él tiene su trabajo, pero para ella las cosas que hace son malas. Y eso es normal, denigrar la profesión del otro. Para ella el trabajo que él hace de albañil es una profesión menor, cuando en realidad la casa en la que vive la hizo esa gente que él desprecia.
Una de las cosas que a mí más me molestan de Doña Florinda -que en realidad aclaro que no es algo genérico porque también hay "Florindos"- es cómo denigra al otro y su propio lugar. Ella no quiere el lugar donde vive, pero no se muda. Y el resto de quienes están ahí son la chusma. Ella se cree más que el resto, se cree de la realeza cuando no es más que el resto.
RP.- ¿Cómo se aplica el síndrome en la sociedad argentina actual?
Es tanta la mala onda que le tira a su propia vecindad que termina desvalorizando todo. Les molestan los hospitales que tienen un nombre que ellos no quieren; los centros culturales gratuitos, porque ellos pueden pagar una entrada al teatro; les gusta puerto Madero. Si vos le ofreces a una doña Florinda un perfume, te va a comprar un francés; argentino no quiere.
Siempre lo de afuera es mejor que lo de adentro. Es como una escuela de lo que decía Jauretche con el medio pelo argentino, pero llevado a estos tiempos, donde las redes sociales te permiten ver más allá. Antes no lo decían porque quedaba políticamente incorrecto, pero ahora sí.
RP.- ¿Se relaciona con algún cuadro político lo que plantea, haciendo esta lectura de las redes sociales?
Es que no es una queja contra un cuadro político, sino la queja. Y se terminan haciendo mal a sí mismos porque es vivir en el lodo; todo es malo; todo puede ser peor. Pero afuera no. Acá trabajan y juntan los “sucios” pesos argentinos para comprar dólares. Y si vos vivís, de 365 días, 340 protestando de donde vivís, algo estás haciendo mal.
Doña Florinda dice “a mí nadie me regaló nada, yo me lo gano con mi trabajo”. Pero en realidad el trabajo no tiene que ver, sino el país donde lo hacés. En otros países tu trabajo no vale lo mismo que acá, donde hay educación y atención en los hospitales gratuita.
No creo que se circunscriba a un partido, pero sí creo que la matriz de esta gente tiene que ver con el desarraigo por lo propio y el no valorizar el trabajo ajeno ni propio. A doña Florinda no le importa si al Chavo le llegan vacunas, porque ella siempre lo justifica con el populismo la dádiva.
RP.- Considerando el momento que vivimos no puedo evitar preguntarle, ¿a quién votaría hoy Doña Florinda?
Macri, seguramente. Y es un sector de la vecindad al que hay que respetar porque es el voto democrático. Don Ramón puede perder también la brújula de quién lo puede beneficiar. Es el acto democrático que gracias a Dios tiene nuestro país.
Hoy lo más importante es ir por las ideas y no por las personas. Hoy ni Macri ni Scioli hicieron política de chicos. Hoy la política esta para cambiar las cosas, pero muchos te hablan como si la política fuera algo malo.
RP.- ¿Cómo llegó a vincular un tema social con la serie “El Chavo del 8”?
El cachetazo de Doña Florinda a Don Ramón uno lo ve en las redes sociales permanentemente, denigrar al otro, la chusma. De ahí salió la idea. Las cosas se juntaron. Es como dice Galeano: “A veces uno no escribe los libros, sino que los libros lo escriben a uno”.
RP.- Yendo un poco al escritor, viene escribiendo mucho sobre fútbol, sobre todo Gimnasia. ¿Le costó salir del mundo futbolístico para escribir esto?
No, me gustó. Ya hice ficción hace varios años y me gustó. Y ahora estoy escribiendo algo de ficción nuevamente.
RP.- ¿Dónde se consigue el libro?
En librería La Normal, de 7 entre 55 y 56. Ahí están todos los libros míos, y seguramente lo vendamos en otros lugares. (www.REALPOLITIK.com.ar)



El Síndrome de Doña Florinda, un libro que desnuda a nuestra clase media soberbia e insufrible

El nuevo libro de Rafel Ton se apoya en los personajes de El Chavo para mostrar las miserias de un sector de la clase media argentina.
Rafael Ton presentó el 16 de octubre en el Museo de los trabajadores Evita, ex CGT La Plata, un nuevo libro. “El Síndrome doña Florinda” en un ensayo que toma como punto de partida los personajes de la serie televisiva “El Chavo” realizando una analogía sobre un sector de la clase media argentina. El autor indica: “El personaje doña Florinda se cree superior al resto de la vecindad, acusa de chusma a parte de sus vecinos. El basamento de su falsa superioridad podría ser, meramente, porque ella paga la renta a tiempo. Siempre se queja de su lugar pero no se muda. Esa relación con su vecindad, su entorno, y la forma de ver el exterior.”
El prólogo corresponde al periodista Gabriel Fernández, director de La Señal medios y las ilustraciones son del artista Pablo Cansler, residente en San Martín de los Andes. El libro no se queda sólo en una semblanza o un diagnóstico, elabora propuestas e interesantes reflexiones.
Rafael Ton declaró en la presentación ante unas ochenta personas: “Este libro nace de mi admiración por el universo creado por Roberto Gómez Bolaños, sumándole anécdotas personales con vecinos argentinos y también gracias a las publicaciones que se hacen en redes sociales. Estas redes son una ventana que, en muchas ocasiones, desnuda criterios que antes se mantenían solapados y únicamente se podían saber en la intimidad familiar.”
El libro estará a la venta en los próximos días en la tradicional librería “La Normal Libros” 7 e/55 y 56 y posteriormente habrá puntos de venta tanto en La Plata como en Capital. 

(Extraído de

También me gustó esta nota relacionada. Créditos al pie.

El síndrome de Doña Florinda 
Juan Carlos Morales. Escritor y periodista ecuatoriano 

Doña Florinda, de la serie del Chavo del 8, siempre fue frontal: prohibía a su hijo Quico llevarse con la “chusma”. Ella, que siempre pagaba la renta, permitía que su bobalicón hijo cayera a empellones a Don Ramón, bajo la mirada inquisidora del señor Barriga, el capitalista (ninguno del grupo era una familia “normal”). El programa estaba lleno de estereotipos. Con esos inasibles elementos el argentino Rafael Ton escribió hace algunos años un extraño libro: El síndrome de Doña Florinda. El colombiano Álex Guardiola Romero analizó esta temática en las últimas elecciones de su país: “La gente vota por quien se parece a lo que él mismo quiere llegar a ser, por el candidato o la candidata que representa sus aspiraciones sociales, por la figura que sintetiza su sueño no de sociedad o de país sino de figuración social; votar se convirtió en un acto de arribismo”. Más adelante señala: “El ciudadano que estudió en colegio público construido por los gobiernos de izquierda, que entró a la universidad pública sostenida por las luchas de la izquierda y que ahora trabaja en una empresa con un sueldo que invierte en su totalidad en pagar la cuota del carro y de la tarjeta de crédito, piensa que ya no se necesita de esos guerrilleros disfrazados de políticos que promueven la inclusión y la educación en la capital de Colombia, sino a gente de su mismo nivel social (¿?) que deje de estar pensando en esos del estrato uno que afean las calles con sus ventas ambulantes y ropas de dudosa procedencia, que no los dejan entrar o salir de Starbucks tranquilamente. Esos pobres”. En una entrevista en Radio Gráfica, es el propio autor quien deja una sentencia: “A Doña Florinda le mueve el odio hacia el diferente”. Entonces, no se trataría únicamente de una clase social desfavorecida, como algunos creen, sino también algo típico de la llamada “clase sánduche”. Aquí las palabras de Ton: “La clase media tiende a derechizarse. Se ven las Doña Florindas en la última elección. Lo terrible es que no quieren que –El Chavo o Don Ramón– estén mejor que ella. Comer afuera, comprar el nuevo celular. Les molesta que una persona pueda viajar en un tren mejor. Las supera el odio. Han elegido un lugar en la historia… Cualquier persona que le brinde una visión diferente queda descartada. Lo veo habitualmente. Analicé en Facebook a todas las Doñas Florindas. Les duele que ciertos personajes que antes respetaban –como Víctor Hugo o Pérez Esquivel– se pongan furiosos. Gente que perdía sus ahorros en 2001 y no les jode que venga Alfonso Prat Gay. El odio los pone en un solo lugar de la historia”. Ese es uno de los temas. Los otros síndromes, que callamos, son temas cruciales que nos involucran como sociedad. Las disputas entre, al menos, tres factores. Por un lado, la clase social (vista desde “arriba” como el populacho), lo étnico (aún con esa connotación de lo “cholo” o lo “indio”) y la disputa centro-periferia (representado en lo montuvio o lo chagra). De estos tópicos, tendremos en las redes para rato. Allí está el desprecio, el miedo al otro y el racismo. Obvio, el país sigue mirándose al ombligo. (O)

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2 comentarios:

  1. como hago para acceder al libro en Colombia, es decir, donde lo consigo

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    1. Tal vez a través de la página del editor https://www.lanormallibros.com.ar/libros/el-sindrome-doa-florinda/97307

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